Todos somos conocedores de la importancia que tiene para las personas el llevar a cabo una alimentación equilibrada y el poseer unos buenos hábitos alimenticios. Esto se vuelve aún más importante si cabe en el caso de las personas mayores, ya que una buena alimentación y hábitos alimenticios van a contribuir de forma muy positiva en el bienestar tanto físico como emocional de nuestro ser querido mayor, y con total seguridad van a aumentar de manera considerable su calidad de vida.

Dificultades para una comida sana en personas mayores

Con el paso de los años y el transcurso de la vida, las personas vamos sufriendo diferentes cambios, que pueden hacer que llevar a cabo unos buenos hábitos alimenticios sea algo más complicado. Los principales cambios que se pueden producir son los siguientes:

1; Cambios en el hogar. Cuando una persona mayor pasa a vivir sola, bien por viudedad o porque el estado de salud de su pareja empeora y debe abandonar su domicilio, puede suponer un problema para la persona mayor que se queda sola, sobre todo si no tiene unos conocimientos asentados en materia de cocina o posee algún tipo de problema de movilidad, por ejemplo.

2; Ingesta de medicamentos. Como ya hemos comentado en alguna ocasión, existen diferentes medicamentos que pueden cambiar la percepción del sabor de los diferentes alimentos, o producir ciertas molestias como la boca seca. Estos efectos secundarios de los medicamentos pueden hacer que disminuyan las ganas de comer en la persona mayor.

3; Problemas económicos. En algunas ocasiones, las pensiones que perciben las personas mayores pueden no ser lo suficientemente elevadas como para poder llevar a cabo una alimentación equilibrada, o con una calidad buena de los productos.

4; Problemas de salud. En algunas ocasiones, las personas mayores padecen ciertos problemas que pueden impedir llevar a cabo una correcta alimentación. Algunos de estos problemas pueden ser intestinales, o relacionados con la boca (dentaduras deterioradas, por ejemplo).

Tipos de alimentos recomendados para las personas mayores

Como es lógico, las personas mayores no requieren de un aporte calórico tan elevado como las personas jóvenes, ya que su actividad es mucho más reducida y no deben compensar ese gasto calórico.

Existen numerosos tipos de alimentos, aunque para las personas mayores, los más importantes y a tener en cuenta son los siguientes:

1; Hidratos de carbono. Los principales alimentos de los que debemos extraer los hidratos de carbono son las legumbres, las patatas y el pan o los cereales integrales.

2; Grasas. Preferiblemente deben ser grasas de origen vegetal, es decir, aceite de oliva. Además, también se pueden extraer de productos lácteos, como la leche o los yogures, que además también nos aportan calcio, elemento muy importante también.

3; Vitaminas y minerales. Las debemos obtener, principalmente, de las frutas, verduras y hortalizas.

4; Proteínas. Las proteínas son un elemento esencial para conservar correctamente la masa muscular. Las podemos extraer de las carnes, evitando las carnes rojas, y mediante el consumo de pescado azul (atún, sardinas, salmón…).

Para hacernos una idea aproximada de las raciones de alimentos que debemos incluir en el menú semanal de una persona mayor, podemos decir que el arroz, la pasta o las legumbres deben ser consumidos diariamente. Las verduras y hortalizas deben ocupar 2-3 raciones diarias. Las frutas, 3-4 raciones al día. Las proteínas (carnes, huevos, etc.), entre 1 y 3 raciones al día. Los lácteos, 2-3 raciones al día, y la cantidad de aceite diario debe estar en torno a 3-6 cucharadas diarias.

Ligado a la alimentación, no debemos olvidarnos en ningún caso que también se debe llevar a cabo una correcta hidratación, siendo recomendable la ingesta de entre 1,5 y 2 litros de agua diarios.

Ejemplos para comidas principales

A continuación vamos a dar algunas pautas y ejemplos relativos a qué podemos incluir en las comidas principales de una persona mayor.

Desayuno. El desayuno es la comida principal del día, por lo que debemos aportar energía al cuerpo para comenzar el día con energía. Un desayuno correcto debe incluir un lácteo (leche o yogurt, por ejemplo), alguna pieza de fruta, y cereales o pan integral. Además, también podemos añadir algún embutido. Un ejemplo de desayuno completo podría ser el siguiente: un café con leche, y dos tostadas con tomate natural untado, aceite de oliva virgen extra y dos lonchas de jamón cocido.

Comida y/o cena. En la comida y la cena, debemos incluir hidratos de carbono, por ejemplo, con pasta o legumbres y pan. Además, también debemos añadir una porción de proteínas (carne o pescado) con guarnición (verdura u hortalizas). Como postre podemos añadir un lácteo o una pieza de fruta. Un ejemplo de comida saludable y completa podría ser la siguiente: patatas estofadas (primer plato), merluza en salsa verde (segundo plato), pan, y un yogurt natural (postre).

Algunos ejemplos para las comidas que se sitúan entre las centrales (el almuerzo y la merienda) pueden ser, por ejemplo, una tostada con queso y membrillo, un yogurt natural con miel y nueces, o un vaso de leche (o café con leche) con una magdalena casera.

Conclusiones para alimentación para personas mayores

Como hemos podido comprobar, llevar a cabo una alimentación correcta y equilibrada es algo fundamental en todas las etapas de la vida, pero aún lo es más si cabe para las personas mayores, ya que pueden presentar diferentes dificultades respecto a la comida.

Por ello, es muy importante no descuidar la alimentación ni la hidratación para evitar posibles empeoramientos o problemas de salud, y consultar siempre con el médico especialista para que realice un estudio detallado y personalizado de cada persona mayor, con el fin de ajustar la dieta necesaria a las características y necesidades de nuestros seres queridos mayores.

En CEN Cuidados Integrales estamos muy concienciados con la importancia de una correcta alimentación de las personas mayores a nuestro cargo, y es por ello que todas nuestras cuidadoras son conocedoras de las pautas saludables respecto a la alimentación, y siempre están dispuestas a ayudar en todo lo necesario a los mayores a su cargo para que lleven a cabo una correcta alimentación e hidratación, haciendo que se cumplan por completo las pautas médicas de cada caso concreto.