Como todos sabemos y ya hemos comentado en otras ocasiones, el paso de los años puede hacer que las personas mayores no se encuentren en sus plenas facultades a nivel físico, hecho que resulta un gran problema, ya que el adulto mayor puede no poseer la movilidad necesaria para desarrollar su actividad del día a día.

Para estos casos, una buena opción puede ser la utilización de alguno de los tipos existentes de andadores para personas mayores. Como la gama de andadores es amplia, a continuación vamos a dar algunas pautas básicas a cerca de los diferentes tipos de andadores, con el objetivo de facilitar el trabajo a las familias de los adultos mayores que puedan requerir de los mismos, y aclarar las posibles dudas que puedan surgir.

Cuándo considerar el empleo de un andador en una persona mayor

Como es normal, lo primero que se nos viene a la mente al pensar en un andador, es que lo van a necesitar las personas mayores que posean una movilidad reducida o limitada. Esto es una afirmación verdadera, aunque también puede haber otros motivos por los que el uso de un andador está justificado.

Así pues, las principales causas por las que una persona mayor puede requerir de la utilización de un andador son las siguientes:

1.- Problemas en la movilidad. Como acabamos de afirmar, la presencia de una movilidad reducida es uno de los principales causantes del empleo de andadores. Esta falta de movilidad puede venir dada por diferentes y diversos motivos, como una mala circulación de la sangre tras sufrir una caída, o una herida en proceso de cicatrización. En estos casos, el andador ayudará al adulto mayor a soportar su propio peso, facilitando la movilidad.

2.- Pérdidas de equilibrio. Cuando la persona mayor padece algún problema que le genera una inestabilidad o una falta de equilibrio, el andador suele ser un genial aliado para poseer siempre un punto de apoyo y evitar posibles caídas o percances. Esa falta de equilibrio puede estar provocada por diferentes factores, tales como una presión arterial baja, o enfermedades concretas como la esclerosis múltiple, por ejemplo.

3.- Fatiga. Otro de los problemas muy comunes en las personas mayores es que tienden a fatigarse con una gran facilidad, bien sea por el propio envejecimiento del cuerpo humano y el organismo, o por el padecimiento de determinadas enfermedades. En estos casos, el andador también puede ser un gran aliado, ya que ayuda en la marcha y permite realizar respiraciones más pausadas, e incluso poder realizar descansos cuando el adulto mayor se siente muy fatigado.

Beneficios del empleo de andadores para personas mayores

El empleo de un andador por parte de una persona mayor tiene numerosos beneficios, todos encaminados a la búsqueda de una mayor calidad de vida y una forma en la que el adulto mayor no tenga que dejar de hacer actividades o tareas del día a día que su dificultad para moverse con normalidad le puede impedir hacer, por ejemplo.

A continuación, vamos a enumerar los principales beneficios y ventajas que aporta el uso de un andador por parte de un adulto mayor. Los principales beneficios son:

1.- Beneficios físicos. El empleo de un andador tiene numerosos beneficios físicos en la persona mayor que lo emplea. Algunos de los principales pueden ser que permite mantener una vida activa y realizar ejercicio (caminar), haciendo que la circulación sanguínea sea mejor y la musculatura gane fuerza y elasticidad. Además, también previene de posibles caídas, que pueden suponer algún tipo de problema o lesión muscular u ósea.

2.- Beneficios en la psicomotricidad. Otro aspecto que se ve mejorado es la psicomotricidad del adulto mayor, ya que, al mantenerse en movimiento, se consigue una mayor estabilidad y equilibro, tanto estando en movimiento como en estático.

3.- Beneficios sociales. El hecho de que la persona mayor haga empleo de su andador y coja confianza con el uso del mismo, además de que se sienta más seguro, hará que pueda salir más de casa, pudiéndose relacionar con otras personas y mejorando sus capacidades sociales, a la vez que mantienen su mente despejada y están activos.

4.- Beneficios emocionales. La confianza que transmite el andador al adulto mayor que lo emplea, puede llegar incluso a generar beneficios emocionales, ya que cuando el organismo se mantiene activo, se liberan endorfinas, encargadas de la felicidad.

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andadores para personas mayores

Tipos de andadores

En la actualidad, existen una gran cantidad y variedad de andadores diferentes, por lo que a continuación vamos a enumerar los principales tipos de andadores enfocados a las personas mayores.

1.- Andadores sin ruedas. Son el tipo de andador que más estabilidad y seguridad aportan al adulto mayor que los emplea, aunque también son los que más ralentizan el paso, ya que hay que levantarlos y desplazarlos a cada paso que se da.

2.- Andadores con dos ruedas. Este tipo de andadores poseen dos ruedas en la parte delantera. La parte trasera cuenta con 2 patas fijas. Deben ser levantados ligeramente para caminar. Estos andadores son los más empleados dentro de las casas.

3.- Andadores con cuatro ruedas. Poseen dos ruedas giratorias en la parte delantera y dos ruedas fijas en la parte trasera. Suelen ser los más empleados en para el exterior y pueden contar con diferentes accesorios.

4.- Andadores con frenos. Dentro de los andadores con frenos tenemos dos principales tipos, que son los de frenos de manilla, en los que la persona mayor es la que debe accionar el freno, y los de presión, en los que el freno se activa automáticamente cuando el adulto mayor deja caer su peso sobre el propio andador.

Dentro de los diferentes tipos de andadores mencionados, debemos saber que existen numerosos complementos y accesorios opcionales para intentar hacer la vida de los adultos mayores que los empleen más fácil. Alguno de esos complementos puede ser la presencia de un asiento acolchado incorporado (para poder descansar cuando se sientan fatigados), u otros complementos como una bolsa de la compra incorporada. Como en todos los artículos que se plantea comprar, las familias deberán decidir cuál es el andador que mejor se adapte a las necesidades de su familiar mayor, para que realmente cumpla las funciones que esa persona requiere. En el caso de necesitar ayuda, se puede consultar con el especialista