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Seguro que en más de una ocasión has pensado en la peligrosidad que tiene que una persona se atragante de manera repentina, y cómo deberíamos actuar en ese momento. Esta preocupación se ve incrementada, si cabe, si el atragantamiento se da en un ser querido mayor, ya que, por su estado de salud general, suelen ser personas más delicadas y vulnerables.
Así pues, debemos conocer una serie de consejos para determinar qué tipo de atragantamiento está sufriendo nuestro ser querido, y determinar si debemos realizar alguna acción que pueda ayudarle, o no debemos actuar. Todo esto, siempre acompañado por el consejo de los médicos profesionales, nos aportará unos conocimientos básicos que podrán ser empleados en ocasiones futuras, ya que los atragantamientos en las personas mayores suelen ser bastante comunes y frecuentes.
Causas del atragantamiento en personas mayores
Las causas por las que se puede producir un atragantamiento en una persona mayor pueden ser muy diversas, aunque a continuación vamos a indicar las que suelen ser más frecuentes:
1; El debilitamiento progresivo de los músculos que se emplean para tragar, suele ser una causa común de los atragantamientos.
2; La deformidad de las vértebras cervicales puede impedir que la persona mayor adopte una postura correcta al ingerir los alimentos, favoreciendo así la posibilidad de sufrir un atragantamiento.
3; El padecimiento de algunas enfermedades, tales como el Alzheimer, el Parkinson, o la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) entre otras, también pueden ver favorecidos los episodios de atragantamiento en las personas mayores.
4; La ingesta de según qué medicamentos específicos por parte de las personas mayores, también pueden favorecer la aparición de atragantamientos. Algunos de estos medicamentos pueden ser los tranquilizantes y relajantes musculares, algunos tipos de analgésicos de gran potencia, o los antiepilépticos.
Consejos para evitar posibles atragantamientos
El principal tipo de atragantamiento, que más se suele producir, es el que se da mientras la persona mayor está comiendo, y que va a ir acompañado de tos. Además, en buena medida, está en nuestra mano el hacer todo lo posible para evitar que ese atragantamiento se produzca. Por ello, a continuación, os dejamos una serie de consejos que deberemos poner en práctica para minimizar las probabilidades de que nuestro familiar mayor sufra un atragantamiento, y los vamos a separar en tres ámbitos principales.
El entorno en el que come el adulto mayor. Es de gran importancia que el adulto mayor se encuentre lo más cómodo posible a la hora de comer, por lo que deberemos procurar que la luz sea la correcta, la temperatura sea también adecuada (el calor produce somnolencia y el frío incomodidad), y deberemos evitar dar conversación a la persona mayor, así como evitar diferentes distracciones externas, tales como tener encendida la televisión, o la presencia de ruidos externos molestos.
La postura corporal de la persona mayor a la hora de comer. La postura corporal de nuestro ser querido mayor es otro elemento importante a tener en cuenta. Así pues, debemos tener algunas precauciones tales como, que no utilice collarín durante las comidas, que la espalda de la persona mayor esté bien apoyada en el respaldo de la silla o que sus articulaciones de cadera y rodillas formen un ángulo de 90º.
Forma y presentación de los alimentos. Los alimentos que vaya a ingerir nuestro ser querido mayor también pueden influir mucho en la posibilidad de sufrir un atragantamiento. Por ello, se recomienda que los alimentos para las personas mayores sean contundentes y homogéneos (por ejemplo, el yogurt o los purés), que no sean alimentos secos (se pueden pasar por la batidora y añadirles aceite, por ejemplo), y otra opción es adquirir en las farmacias, unos productos espesantes específicos.
Otros consejos relacionados con la comida y la alimentación pueden ser, que es mejor comer menos cantidades y en más ocasiones al día, tener en cuenta que también es importante comer de manera pausada, y saber que existen diferentes complementos alimenticios que pueden completar la dieta del adulto mayor, siempre con la previa visita al médico especialista.
Primeros auxilios
En el caso de que veamos que una persona, incluyendo las personas mayores y los niños, está experimentando un atragantamiento, debemos tener una serie de precauciones. Lo primero que debemos saber es que el hecho de golpear la espalda, hecho que es probable que salga de manera instintiva, no es lo adecuado, ya que incluso podemos generar un empeoramiento en la obstrucción de las vías aéreas. Otra cosa que no debemos hacer es intentar extraer de la boca el elemento extraño que está causando el atragantamiento.
Cuando presenciamos un atragantamiento, lo primero es animar al que lo está sufriendo a que tosa de forma insistente y repetida. Si el problema sigue persistiendo, y la persona mayor sigue tosiendo, empieza a tener arcadas, o su piel se empieza a poner de color azulado, deberemos llamar inmediatamente a emergencias (112). Mientras esperamos a que lleguen las asistencias sanitarias, la única actuación que podemos realizar para intentar desobstruir las vías respiratorias que están obstruidas, es la maniobra de Heimlich, que a continuación vamos a explicar cómo realizarla en sencillos pasos.
Paso 1: Ponte detrás de la persona que está sufriendo el atragantamiento y rodéala con tus brazos a la altura de la cintura.
Paso 2: Coloca el puño por el lado del pulgar, encima del ombligo, a no ser que la víctima sea una mujer embarazada o una persona obesa, que lo colocaremos en el tercio inferior del esternón.
Paso 3: Sujeta el puño con la otra mano y realiza compresiones rápidas hacia arriba y hacia adentro, impulsando de forma brusca el aire hacia arriba e intentando que la víctima expulse el cuerpo que está provocando el atragantamiento. Realiza compresiones hasta la expulsión del objeto obstructor.
Paso 4: Si la víctima pierde el conocimiento, déjala en el suelo y comprueba si sigue teniendo respiración. En caso afirmativo, colócala de costado y sigue vigilándola, y en el caso de que no respire, comienza con las maniobras de reanimación.
Conclusiones
Tal y como hemos podido comprobar, el atragantamiento en personas mayores puede suponer un gran peligro y debemos tener en cuenta toda la información mencionada para tratar de evitar posibles atragantamientos en nuestros seres queridos mayores, y saber actuar de la forma correcta en el caso de que ocurra.
Todas las cuidadoras de CEN Cuidados Integrales son conocedoras de todas las recomendaciones necesarias para evitar los atragantamientos en personas mayores, y conocen los procedimientos a seguir en el caso de que se produzcan.