Últimamente nos estamos encontrando mucho con el problema de cambio de cuidadora, es una situación que puede llegar a perturbar a las familias y a las personas a cargo de los cuidadores. Esta situación es incluso más dramática si la persona a cargo es una persona con algún tipo de demencia. Digamos que en estos casos además de los trastornos que nos pueda ocasionar la situación, la persona demenciada puede sufrir episodios de desorientación que haga que la situación se complique todavía más.

Modelo de contratación de cuidadoras

 

Fundamentalmente las familias que vienen con este tipo de problemática se han visto en esta situación por una de estas dos casuísticas:

Contratación directa

Al no disponer los cuidadores de ningún soporte que les enseñe a manejar según qué situaciones o simplemente que les pueda atender ante una situación difícil (de cualquier tipo, desde consultar a un enfermero, a un psicólogo, etc…), muchas veces se ven tan desbordados que renuncian a su contrato. Además, sus días se convierten en monótonos y sin ningún aliciente, ni para ellos ni por tanto para la persona a su cargo.

No tener contrato: Esto, además de ser totalmente ilegal, deja al cuidador sin una forma de demostrar que es parte de la sociedad, no pudiendo por ejemplo alquilar una casa (no digamos comprarla), hacer trámites en bancos etc. Mas pronto que tarde, el cuidador decidirá marcharse para poder avanzar en su vida.

Contratación a empresas de RRHH u otras

Estas empresas suelen ser muy profesionales y encuentran perfiles muy válidos, pero el problema viene después. Se encuentran solos, no hay actividades y no hay guía. Al final acaban tanto ellos como las personas a su cargo viendo la tele durante 24 horas.

Estas personas suelen aguantar más pero como son perfiles muy válidos, se acaban cambiando por hastío y por muy poco dinero más al mes.

Empresas que hacen autónomos a sus empleados: Los empleados se pagan su propia seguridad social, con la reducción salarial que esto conlleva, además de no tener vacaciones o libranzas remuneradas. Siendo autónomos de esta manera, si no se trabaja, por el motivo que sea no se cobra. ¿Qué pasa el mes de vacaciones? Pues eso, no se cobra… Por cariño que le puedan llegar a tener a la persona a su cargo acaban rindiéndose a la realidad… así no se puede vivir.

La importancia de incorporar la cuidadora idónea para cada persona y cada familia

 

El proceso de envejecimiento conlleva una serie de desafíos, y para las personas mayores que requieren cuidados y asistencia, la relación con sus cuidadores puede tener un impacto profundo en su calidad de vida. Uno de los desafíos más significativos es el cambio de cuidadora. Aunque puede ser necesario por diversas razones, este cambio puede traer consigo una serie de perjuicios emocionales y prácticos para los adultos mayores. En esta entrada, exploraremos cómo el cambio de cuidadora puede afectar a las personas mayores y cómo mitigar estos efectos negativos.

Perjuicios Emocionales

Vínculos afectivos rotos: Con el tiempo, las personas mayores pueden desarrollar lazos emocionales sólidos con sus cuidadoras. El cambio abrupto de cuidadora puede romper estos vínculos, lo que puede llevar a sentimientos de abandono y soledad.

Ansiedad y estrés: La familiaridad y la rutina proporcionadas por una cuidadora conocida pueden brindar seguridad emocional. Un cambio repentino puede generar ansiedad y estrés en la persona mayor, al enfrentar lo desconocido y tener que adaptarse a nuevas dinámicas.

Confusión y desorientación: Las personas mayores con problemas cognitivos, como demencia, pueden tener dificultades para comprender el cambio de cuidadora. Esto podría contribuir a la confusión y desorientación, afectando aún más su bienestar emocional.

Perjuicios Prácticos

Necesidades no comprendidas: Una cuidadora familiarizada con los hábitos y necesidades de la persona mayor puede brindar un nivel de atención personalizado. Un nuevo cuidador podría tardar tiempo en comprender estas necesidades, lo que podría resultar en un cuidado subóptimo.

Adaptación a nuevas rutinas: Los cambios en las rutinas diarias pueden ser desconcertantes para las personas mayores. Un nuevo cuidador podría introducir una rutina diferente, lo que podría ser difícil de asimilar, especialmente para aquellos con condiciones de salud preexistentes.

Falta de confianza: La relación de confianza entre una persona mayor y su cuidador es esencial. La introducción de un nuevo cuidador podría llevar tiempo para establecer esta confianza mutua, lo que podría afectar la cooperación y el bienestar general.

Mitigación de los Perjuicios del cambio de cuidadora

Comunicación abierta: Tanto la persona mayor como los involucrados en su cuidado deben ser informados sobre los cambios y la razón detrás de ellos. La comunicación abierta puede ayudar a preparar emocionalmente a la persona mayor para el cambio.
Transición gradual: Si es posible, una transición gradual entre la cuidadora actual y la nueva puede ayudar a la persona mayor a adaptarse de manera más suave.
Introducción temprana: Siempre que sea posible, introducir a la nueva cuidadora antes de que sea necesaria su asistencia completa puede ayudar a construir un sentido de familiaridad.
Enfoque en la continuidad: Asegurarse de que el nuevo cuidador esté al tanto de las rutinas y necesidades existentes puede minimizar la interrupción en la vida diaria de la persona mayor.

cambio de cuidadora

La importancia de un buen proceso de selección

El cambio de cuidadora es un desafío que puede impactar significativamente a las personas mayores en aspectos emocionales y prácticos. Sin embargo, con una comunicación abierta, una introducción cuidadosa y un enfoque en la continuidad, es posible mitigar los efectos negativos y garantizar que la transición sea lo más suave posible. Recordemos que el bienestar emocional y físico de las personas mayores debe ser siempre una prioridad en cualquier proceso de cambio en su atención y cuidado.

Por eso en CEN nos ocupamos del bienestar de ambos, de cuidador y de la persona a su cargo. Son dos vidas que irán de la mano durante un buen trecho asique cuanto más ameno, feliz y largo sea ese viaje mucho mejor.

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