Es posible que en algún momento hayamos tenido algún familiar mayor hospitalizado durante un periodo largo de tiempo, o hayamos oído hablar de la importancia que poseen los cambios de posición en las personas mayores que requieren de largos periodos de tiempo en una misma posición, ya sea tumbados o sentados.

En la entrada de hoy, vamos a conocer la gran importancia que posee la correcta realización de dichos cambios de posición en las personas mayores, y ciertos aspectos básicos que nos ayuden a entender y conocer más en profundidad este asunto, para que si en algún momento nos encontramos en esa situación, poder facilitar la vida a nuestro familiar mayor, a la vez que evitamos posibles problemas derivados y aumentamos su calidad de vida de una manera considerable.

Qué son los cambios posturales y por qué son tan importantes

Como podemos imaginar, los cambios posturales en las personas mayores son los que se realizan para evitar que el adulto mayor pase un tiempo excesivo en una misma posición, bien sea tumbado o sentado. Un periodo de tiempo excesivo en una misma posición, puede hacer que aparezcan las denominadas úlceras de presión, o llagas, que surgen por la propia presión continuada que ejerce el cuerpo del paciente encamado contra determinadas partes de su cuerpo. Además, también pueden aparecer otros problemas en forma de diferentes lesiones por atrofia.

Estas úlceras de presión, comúnmente llamadas como llagas o escaras, presentan un alto riesgo para la persona mayor que las padece, además de ser muy molestas y que pueden conllevar un dolor de intensidad media o alta, según cada caso concreto.

Así pues, la mejor medida que se puede tomar para evitar que aparezcan estas úlceras de presión en las personas mayores que se encuentran encamadas por un largo periodo de tiempo o que pasan mucho tiempo sentadas, es realizar de manera correcta los cambios posturales, siendo el tiempo estimado de cambio de postura cada dos o tres horas.

Posiciones básicas

A continuación, vamos a enumerar algunas de las posiciones más comunes que se suelen aplicar a las personas mayores que se encuentran encamadas, con el objetivo de conocer cuáles son y poder reconocerlas.

Las principales posturas para una persona mayor encamada son las siguientes:

1.- Decúbito supino. Cuando la persona mayor se encuentra en decúbito supino, su posición es boca arriba, y con las extremidades superiores (brazos) e inferiores (piernas), extendidos.

2.- Decúbito lateral. Como su propio nombre indica, en esta posición, la persona encamada está tumbada de lado, hacia cualquiera de los dos (izquierdo o derecho). Además, el brazo que se encuentra en contacto con la superficie, debe permanecer doblado, con el objetivo de evitar cualquier tipo de lesión, y las rodillas deberán estar dobladas, estando ligeramente más doblada la rodilla que se encuentre en la posición superior, para favorecer el cambio a otra postura.

3.- Fowler. La persona mayor encamada que se encuentra en la posición de Fowler, estará colocada boca arriba pero incorporada en un ángulo de 45 grados.

4.- Tredelemburg. La postura de Tredelemburg es igual que la anterior mencionada (Fowler), pero de manera invertida. Así pues, el tronco permanece en situación horizontal y las piernas se elevan 45 grados. Esta postura se suele emplear para favorecer una mejor circulación en las piernas.

Cómo realizar los cambios posturales

Es de vital importancia realizar de manera correcta los cambios posturales, para que no se produzcan contratiempos y la persona mayor esté lo mejor posible. Por ello, a continuación vamos a describir de manera sencilla cómo realizar los dos principales cambios posturales más comunes, con el objetivo de poseer unas nociones básicas y poder realizarlos a nuestros familiares mayores en el caso de ser necesario si un familiar adulto debe permanecer encamado en casa durante un tiempo.

Lo ideal es que los cambios posturales se realicen entre dos personas y cada 2-3 horas, aunque vamos a dar las pautas para realizarlos una única persona, ya que también es posible y habitual.

1.- Cambio de decúbito supino a decúbito lateral. Cuando lo que queremos es pasar a nuestro familiar mayor de una posición boca arriba a una posición lateral, lo que tenemos que hacer primero es doblar la rodilla que más separada se encuentre del lado al que queremos girar a nuestro familiar mayor. A la vez que cogemos la rodilla, también cogeremos el hombro de ese mismo lado, y con cuidado, empujaremos para realizar el volteo. Una vez acomodado, es aconsejable colocar un cojín o almohada en la espalda, ya que eso aportará un mayor confort.

2.- Cambio de decúbito lateral a decúbito supino. Al contrario que en el anterior cambio, cuando lo que queremos es realizar un cambio de posición lateral a boca arriba, lo primero que debemos hacer es retirar la almohada que está colocada en la zona de la espalda del encamado, y dejar caer suavemente a nuestro familiar mayor hasta que su espalda entre en contacto con la cama, a la vez que sujetamos el hombro y la rodilla que no están en contacto con la cama, para controlar esa caída y que sea lo menos brusca posible.

Otra técnica que puede ser muy útil es el saber cómo colocar a nuestro familiar mayor en su postura correcta cuando se ha resbalado hacia abajo, ya que esto suele ser un hecho muy habitual. En ese caso, lo que debemos hacer es retirar la almohada de la cabeza, y a la vez que sujetamos la zona cervical, estirar de la sábana que tiene debajo, hasta devolverlo a la posición correcta. Una vez conseguida la posición, volveremos a poner la almohada en la cabeza.

Conclusión

Tal y como hemos podido comprobar, los cambios de posición en las personas mayores que se encuentran convalecientes y encamadas durante un largo periodo de tiempo son de vital importancia para evitar problemas añadidos y conseguir un mayor confort en nuestros familiares mayores en esos momentos delicados.

Desde CEN Cuidados Integrales somos conocedores de la importancia que posee la correcta realización de los cambios posturales, y por eso, todas nuestras cuidadoras poseen títulos reglados y están en constante actualización de conocimientos, para realizar estas técnicas a la perfección, así como los demás cuidados que necesiten las personas mayores a su cargo.

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