Es posible que en los últimos años hayamos escuchado en algún momento el concepto de “cohousing”, o también denominado vivienda colaborativa. Esta forma de vida, surgió de forma inicial a mediados del siglo XX en Dinamarca y Holanda, aunque se ha popularizado y expandido hasta nuestro país en las últimas décadas, debido a diferentes factores sociales y económicos, como la creciente dificultad para acceder a una vivienda.

En esta entrada vamos a poder conocer en qué consiste el cohousing o vivienda colaborativa, centrado en las personas mayores, ya que se trata de un colectivo muy apto para esta práctica, pudiendo ser tomado incluso como una alternativa a las residencias de ancianos tradicionales.

Qué es el cohousing o vivienda colaborativa

El cohousing o vivienda colaborativa, centrado en las personas mayores, consiste en la agrupación de un grupo de adultos mayores para convivir de manera conjunta en una misma comunidad, aunque siempre guardando su privacidad en su propia vivienda. En dicha comunidad, se comparten espacios comunes, tales como jardines, zonas verdes, salones de juegos… etc. Además, los convivientes participan en la toma de decisiones relativas a la gestión de la propia comunidad, buscando el bien común.

El cohousing, como objetivo principal, promueve el envejecimiento activo y saludable de las personas mayores que lo desempeñan. Además, evita la posible soledad no deseada de las personas mayores, y fomenta la colaboración grupal, ya que deben participar de forma conjunta en la correcta gestión y mantenimiento de la propia comunidad.

Cabe resaltar que el cohousing o vivienda colaborativa no está planteado únicamente para comunidades de personas mayores, aunque en un porcentaje elevado está destinado a los adultos mayores. Incluso en algunas ocasiones, son los propios ayuntamientos municipales los que ponen a disposición diferentes terrenos y/o edificios para la práctica del cohousing para personas mayores.

Beneficios del cohousing en personas mayores

Tal y como hemos avanzado, el cohousing o vivienda colaborativa, puede tener numerosos beneficios y ventajas en las personas mayores, independientemente de su edad, ya que hay personas mayores que deciden iniciarse en la vivienda colaborativa al iniciar su jubilación, o más adelante.

Así pues, los principales beneficios y ventajas del cohousing o vivienda colaborativa en las personas mayores son las siguientes:

1.- Fomento de la libertad personal y mayores relaciones interpersonales. La vivienda colaborativa consigue que las personas mayores no sufran una soledad no deseada y que estén de manera continua interaccionando con sus iguales. Respecto a las residencias tradicionales, por ejemplo, supone una gran diferencia.

2.- Viviendas bien equipadas. Las viviendas de las comunidades colaborativas en las que conviven las personas mayores, están adaptadas a la perfección a las necesidades de sus residentes. De hecho, suelen ser viviendas con un único piso o planta, con las diferentes estancias, como los baños, totalmente adaptadas a los posibles problemas físicos de los adultos mayores. Incluso en algunas comunidades de cohousing, se pueden personalizar casi al completo las viviendas.

3.- Favorecimiento del envejecimiento activo. El hecho de convivir con otras personas mayores en circunstancias similares, fomenta una convivencia entre iguales, y unas relaciones interpersonales de calidad. Todos estos factores favorecen un correcto envejecimiento activo, e incluso un incremento en la esperanza de vida.

4.- Mayor autonomía. La autonomía de las personas se mantiene, ya que siguen desarrollando tareas cotidianas, que además transcurren en un entorno agradable y muy seguro.

5.- Ahorro económico. Además de las ventajas a nivel emocional de las personas mayores, el cohousing también es una opción más económica para vivir, ya que la gestión se lleva a cabo entre los propios convivientes e incluso pueden aprovecharse diferentes ayudas municipales.

Como principal inconveniente del cohousing o vivienda colaborativa en personas mayores, podríamos destacar que sus integrantes deben presentar una salud física y mental óptima, ya que el cohousing no evita que la persona mayor deba realizar tareas cotidianas, tales como cocinar, limpiar, realizar labores de mantenimiento… etc.

Impactos positivos que aporta el cohousing

Además de aportar beneficios personales tanto físicos como psicológicos en las propias personas mayores que deciden convivir con la opción de vivienda colaborativa, esta opción de vida también aporta impactos positivos en otros aspectos, tales como los sociales, ambientales y socioeconómicos.

Algunos de los principales impactos positivos que aporta el cohousing son los siguientes:

1.- El cohousing o vivienda colaborativa, permite que se desarrollen nuevas iniciativas, que en muchas ocasiones se dan en localidades pequeñas o con una notable despoblación. Por ello, permite revitalizar la zona, generando una mayor interacción, participación e integración del territorio.

2.- Ligado a lo anterior, el cohousing también permite la construcción de nuevos vínculos y relaciones socioeconómicas, implicando tanto a particulares como empresas y negocios de la zona. Además, en algunos casos incluso poseen el apoyo e implicación de las diferentes administraciones públicas estatales, autonómicas y/o locales.

3.- En términos económicos, podemos afirmar que el desarrollo de las viviendas colaborativas permite mejorar los diferentes tipos de viviendas sociales y no especulativas que se dan en el país.

4.- Otro impacto positivo del cohousing se produce a nivel medioambiental, ya que se ven favorecidos tanto el uso como la ocupación y ordenación de los diferentes territorios.

Conclusiones

Tal y como hemos podido comprobar, el cohousing, también denominado como vivienda colaborativa, es una forma de vida que poco a poco se va extendiendo más en nuestro país, habiéndose convertido en una opción muy válida para las personas mayores que no sufran grandes dificultades físicas ni mentales, ya que aporta numerosos beneficios en los adultos mayores que deciden vivir de esta manera.

Además de los diferentes beneficios en la salud física y emocional de las personas mayores que desarrollan su vida en las viviendas colaborativas, este concepto también aporta numerosos beneficios en los territorios en los que se instaura, ya que permite revitalizar el territorio tanto en su uso como en las diferentes relaciones socioeconómicas que se producen en el mismo. Además, como hemos nombrado, un porcentaje importante de las viviendas colaborativas se llevan a cabo en entornos rurales y con una densidad de población no muy elevada, por lo que el cohousing puede ser una alternativa muy válida para paliar el problema de la España vaciada.

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