Como ya sabemos y hemos comentado en numerosas ocasiones, es ley de vida que con el paso del tiempo las personas vayamos perdiendo diferentes capacidades, debido al desgaste de nuestro organismo producido por el paso del tiempo. Además, conforme nos vamos haciendo mayores, aumenta la posibilidad de padecer algún tipo de enfermedad o problema de salud que pueda impedir que nuestro día a día transcurra de la manera que nos gustaría.

Por todas estas razones es importante que nuestros seres queridos mayores que aún residen en sus propias casas, lo hagan de la mejor manera posible, y convivan en un entorno seguro, en el que el riesgo de padecer cualquier percance dentro de la vivienda se reduzca lo máximo posible, y evitarnos así posibles sustos, caídas o golpes que puedan ser evitables si tomamos las medidas adecuadas y acondicionamos el hogar a las necesidades de la persona mayor.

Consejos para crear un hogar accesible y seguro para las personas mayores

Por regla general, las personas cuando van envejeciendo, quieren seguir viviendo en sus propias casas mientras sus capacidades se lo permitan. En algunos casos esa opción puede ser inviable, debido por ejemplo a que la persona mayor posee una movilidad muy reducida, aunque si realmente no es así, podemos llevar a cabo una serie de consejos y recomendaciones para que el hogar sea lo más cómodo y seguro posible.

A continuación, vamos a enumerar algunos de los consejos y/o modificaciones que podemos llevar a cabo en un hogar en el que vaya a vivir nuestro ser querido mayor, separándolas por las principales estancias que toda vivienda posee.

1.- La entrada de la casa. La entrada al hogar, ya sea un piso o una vivienda unifamiliar, puede ser un lugar conflictivo en el que se pueden producir tropezones o caídas, ya que además, en algunas ocasiones la persona mayor puede llegar a casa con algo en las manos, por lo que debemos tener en cuenta algunas recomendaciones.

Lo primero que debemos tener en cuenta en la entrada es que debe ser una superficie regular, por lo que tenemos que asegurarnos de que no existan puntos desiguales en el suelo, incluso repavimentando en el caso de ser necesario. En el supuesto de existir escaleras de acceso, deberemos intentar usar una rampa, y en caso de no ser posible, lo más aconsejable es instalar una barandilla en ambos lados para facilitar la subida y bajada de las escaleras. Otros consejos y recomendaciones pueden ser colocar tiras de contraste en las escaleras para aumentar su visibilidad, y asegurar una buena visibilidad para los momentos de oscuridad (una buena idea puede ser la instalación de iluminación con detección de movimientos).

2.- La cocina de la casa. La cocina de un hogar también es otra de las estancias que se debe emplear varias veces al día, y que presenta una gran cantidad de peligros añadidos a los que encontramos habitualmente, tales como objetos cortantes, los fuegos o vitrocerámica que pueden quemar, y otros muchos. Por ello, también debemos tener en cuenta una serie de consejos y recomendaciones.

Lo primero que debemos conseguir para asegurar una mayor seguridad es que los elementos que más se usan en la cocina estén situados en lugares cómodos y de fácil acceso, evitando muebles o armarios muy altos o muy bajos. Esto evitará posibles lesiones musculares y caídas. Además, otra serie de consejos que podemos llevar a cabo son que el horno esté situado en la pared, para reducir la posibilidad de que la persona mayor entre en contacto con la superficie caliente, cubrir cualquier tubería de agua caliente o fuente de calor para evitar quemaduras, o colocar grifos que se puedan abrir y cerrar con pedal, para evitar movimientos innecesarios que pueden suponer un riesgo.

3.- El baño de la casa. Los cuartos de baño son otra de las estancias que pueden suponer un riesgo para las personas mayores. De hecho, es uno de los lugares del hogar en el que más accidentes se producen, debido a que podemos encontrar diferentes elementos que los pueden favorecer, tales como la presencia de superficies que pueden estar mojadas, o acciones que se realizan en el baño que requieren de ciertos movimientos, como por ejemplo secarse tras una ducha o baño, o sentarse y levantarse del retrete. Así pues, es muy importante tener en cuenta una serie de consejos para tratar de reducir lo máximo posible la posibilidad de que nuestro familiar mayor sufra un percance.

En primer lugar, lo primero que debemos conseguir es que el baño posea ducha (preferiblemente al mismo nivel que el suelo) y no bañera, ya que es mucho más cómodo y seguro. Otro consejo muy útil a la hora de ducharse es colocar cinta adhesiva antideslizante en el suelo para evitar resbalones, y colocar también en la pared una barra de apoyo en la misma pared en la que está la ducha. Otros consejos útiles pueden ser el colocar un asiento acolchado dentro de la ducha para que la persona mayor esté más cómoda y segura, y que la alcachofa de la ducha sea totalmente ajustable para poder moverla sin tener que levantarse ni hacer grandes esfuerzos ni movimientos.

Además de los consejos ya citados para las principales estancias, debemos tener en cuenta también el resto de la casa, para que la seguridad sea lo más elevada posible. Así pues, otros elementos que debemos tener en cuenta son por ejemplo son los pasillos, que debemos tratar que sean suficientemente anchos (al menos 90 cm), las puertas también deben tener una buena amplitud para facilitar el acceso a las estancias, nunca olvidarnos de que la iluminación sea la correcta para tener una buena visibilidad, y muy importante también el hecho de retirar cualquier obstáculo que pueda suponer un peligro a la hora de circular por el hogar, como pueden ser por ejemplo las alfombras, los cables, o diferente mobiliario.

Conclusiones sobre cómo adaptar la vivienda para personas mayores

Como hemos podido comprobar, el hogar en el que vive una persona mayor posee numerosas dificultades y elementos que pueden generar una caída o tropiezo. Por ello, es muy importante llevar a cabo los diferentes consejos anteriormente dados para reducir al máximo posible la posibilidad de que nuestro ser querido mayor sufra algún tipo de incidente, adaptando la vivienda a las necesidades concretas que posee.