En 1975, la ONU, instauró el Día Internacional de la Mujer, celebrándose desde ese año el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que pretenden hacer mejorar la vida de todos, hace foco en la Igualdad de Género (Objetivo número 5). Según indica la ONU:
La igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino que es uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible.
Todavía son muchos los países donde las mujeres y las niñas son el centro alrededor del que pivotan las responsabilidades de toda la familia. Realizan tareas domésticas, obtienen los ingresos de la casa, son las encargadas de los miembros menores y mayores de la familia, etc… Todas estas circunstancias y el tiempo dedicado a ellas condicionan su acceso a una escolarización completa o parcial, así como a su formación adulta y el acceso a puestos de trabajo.
8 de marzo, la vejez en las mujeres actuales
Muy pocas de nuestras madres y abuelas tuvieron acceso a una educación completa y a un puesto de trabajo, que les permitiera adquirir independencia económica. Además, su día a día tenía diferencias significativas en materia de igualdad.
Ahora, en la vejez, ven con alegría que algunas de estas desigualdades se han subsanado (como por ejemplo el acceso a la educación) y ven también que su esperanza de vida es mayor, No obstante, se siguen encontrando grandes diferencias al observar sus recursos económicos.
En la vejez el sexo predominante es el femenino, pero con condiciones muy desfavorables comparadas con el género masculino. Esperemos que nuestros políticos tomen cartas en el asunto y planteen medidas de igualdad. Nuestras madres y abuelas tienen razones de peso para exigir la igualdad de género hoy 8 de marzo y durante todo el año.