La enfermedad de Alzheimer (EA) es la principal demencia que se observa en personas de la tercera edad. La enfermedad puede presentarse a partir de los 55 años con una degeneración progresiva e irreversible que afecta a la memoria, a las funciones cognitivas como el lenguaje, al pensamiento abstracto, a la función temporal y espacial, y a cambios en el ciclo vigilia sueño.

Aunados a los cambios estructurales a nivel cerebral, se han descrito varios marcadores biológicos en el cerebro de pacientes con el diagnóstico de EA. Entre éstos se encuentra el estrés oxidativo y se ha demostrado mediante técnicas de mapeo cerebral, que los pacientes con EA tienen niveles elevados de radicales libres en la corteza frontal1.

También existe suficiente evidencia de que las alteraciones del sueño se correlacionan con un mayor compromiso de la memoria, al igual que con el descenso de la cognición. Es por ello que la optimización del manejo de los trastornos de sueño en estos pacientes es una prioridad.

Y aquí es donde entra en juego la melatonina: La melatonina actúa como un potente antioxidante y como un captador de radicales libres, aumentando la actividad de varias enzimas antioxidantes y actuando como neuroprotector2.

Está claro que los niveles de melatonina disminuyen con la edad y los pacientes de EA muestran déficits de melatonina elevados. El daño de las estructuras y vías neuronales relacionadas con los mecanismos de instalación del sueño es la causa más directa de los cambios en el ciclo sueño-vigilia observados en la EA.

Pero ¿y si utilizando esta hormona pudiéramos garantizar un mejor descanso ajustando el ciclo vigilia-sueño? Pues parece que hay ciertas evidencias que respaldan que la melatonina no sólo mejoraría el descanso, sino que gracias a su acción antioxidante y antiinflamatoria podría ayudar a prevenir y ralentizar la EA con unos efectos secundarios casi inexistentes.

Obviamente debemos consultar con nuestro médico, mirar la interacción con otros tipos de medicación y una vez estemos seguros podremos empezar a dar esta Superhormona a nuestros mayores.

¡Un mejor descanso nocturno seguro que hará que por día se encuentren con muchas más ganas de unirse a todas las actividades que CEN os propone!

1 Millán Adán, C. (2004). Mecanismos moduladores de la liberación de glutamato en corteza cerebral: imagen de calcio de terminales sinápticos. Universidad Complutense de Madrid, Servicio de Publicaciones.

2 Reiter, R. J. (1998). Oxidative damage in the central nervous system: protection by melatonin. Progress in neurobiology, 56(3), 359-384.