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Es probable que en algún momento hayamos oído hablar de la sarna, y la facilidad que presenta de contagiar a otras personas. La sarna, también denominada como escabiosis, es una infección que se da en la piel, y que está causada por un ácaro, el Sarcoptes Scabiei. En efecto, se trata de un trastorno de la piel con un alto nivel de contagio, mediante el contacto cercano entre las personas.
La sarna, especialmente en las personas mayores, es un trastorno de importancia, ya que generará un empeoramiento de la calidad de vida general del adulto mayor, y si no se trata lo antes posible y de la manera correcta, puede derivar en otras complicaciones más graves. Por ello, debemos estar atentos a los síntomas que aparecen con esta enfermedad e ir haciendo revisiones periódicas a nuestros familiares mayores.
Además, debemos resaltar que en los últimos años se viene detectando un aumento en el número de casos de sarna, y muchos de los focos de contagio se han producido en residencias de personas mayores, dato que incrementa el nivel de alerta que debemos tener.
Síntomas de la sarna
La sarna es un problema de salud muy molesto, ya que afecta de manera directa a la piel de la persona que la padece. El nivel de afección de la sintomatología puede ser mayor o menor dependiendo de cada persona y caso concreto, pero lo que está claro es que la persona afectada sufrirá un descenso en la calidad de vida, más aún si se trata de un adulto mayor, ya que el proceso de curación se suele extender más en el tiempo.
Así pues, a continuación vamos a enumerar los principales síntomas que presenta un afectado por sarna, para saber identificarlos con la mayor brevedad posible y acudir al médico especialista, que en este caso será el dermatólogo, e iniciar así el correspondiente tratamiento.
Los principales síntomas de la sarna o escabiosis son los siguientes:
1.- Aparición de erupciones en la piel, generalmente de color rojo, escamosas y que pueden presentar pequeñas ampollas o burbujas.
2.- Presencia de numerosas lesiones cutáneas en lugares como los pies, las axilas, los codos o el hueco existente entre los dedos.
3.- Aparición de costras en la piel, ocasionadas por un intenso rascado por parte de la persona afectada.
4.- Sensación de quemazón en la piel, que por regla general suele empeorar por la noche.
La duración de la sarna en el cuerpo humano y de sus síntomas, no suele extenderse más de dos semanas por regla general, siempre y cuando sigamos de forma rigurosa el tratamiento recetado por el médico especialista. Además, la sarna no suele dejar secuelas en la persona que la padece, y si lo hace suelen ser de una menor importancia, como por ejemplo que la piel esté algo más reseca de lo normal.
Zonas del cuerpo afectadas por la sarna
Aunque los síntomas de la sarna que acabamos de enumerar suelen presentarse en los diferentes pliegues de la piel, también debemos apuntar que puede aparecer en muchas otras zonas del cuerpo.
En el caso de las personas adultas y los adultos mayores, la sarna suele aparecer en lugares del cuerpo tales como axilas, parte interior de las muñecas, glúteos, alrededor de la zona genital o entre los dedos, ya sea de las manos o de los pies.
En el caso de los bebés y los niños pequeños, las zonas más comunes que suelen verse afectada son los dedos, las plantas de las manos y de los pies, y la zona del cuello y cara.
Como siempre decimos, no todos los casos son iguales ni la sintomatología será la misma en todos los afectados, ya que cada caso es diferente, pero el conocer los principales síntomas nos puede ayudar a identificar que nuestro familiar mayor puede padecer ese problema, y acudir lo antes posible al especialista para que analice el caso concreto y determine el tratamiento adecuado a seguir.
Cómo evitar el contagio de la sarna
Tal y como hemos comentado anteriormente, el contagio y propagación de la sarna o escabiosis se produce por medio del contacto directo piel con piel entre las personas. Así pues, esto puede ocurrir a través de las relaciones sexuales o por un contacto físico estrecho, y también mediante el empleo de varias personas de diversos enseres personales, tales como toallas o peines.
A continuación vamos a enumerar algunos consejos para ayudar a prevenir el contagio y propagación de la sarna o escabiosis.
1.- Evitar el contacto directo con personas que padecen sarna o la han padecido hace poco tiempo.
2.- No compartir ropa ni objetos personales de aseo, tales como cepillos de dientes, toallas de manos y de baño, albornoces… etc.
3.- Limpiar con agua caliente (al menos 60 grados de temperatura) y jabón todas las prendas, ropa de cama, toallas y elementos de tela que estén en contacto con la piel de una persona que padezca sarna. Esto se debe realizar porque el calor mata los ácaros y sus huevos.
4.- Mantener la casa limpia y aspirar las diferentes habitaciones también ayudará a la no propagación de la sarna, especialmente si la persona afectada posee costras.
Conclusión
Tal y como hemos podido comprobar, la sarna, también denominada escabiosis, se trata de un problema de salud que afecta de manera directa a las personas mayores, ya que uno de los principales focos son las residencias de ancianos. Además de presentar molestos síntomas relacionados con la piel, se trata de una enfermedad altamente contagiosa, por lo que debemos tener especial cuidado y prestar atención a nuestros familiares mayores para evitar que se vean afectados, y actuar en cuanto antes si se da la situación.
En CEN Cuidados Integrales somos muy conscientes y conocedores de los problemas que produce la sarna o escabiosis, así como de la incomodidad y empeoramiento de la calidad de vida que genera a los adultos mayores que la padecen. Por ello, contamos con especialistas que pueden ayudar a tratar este problema, y todas nuestras cuidadoras son conocedoras de los diferentes protocolos de actuación y cuidados que requiere un adulto mayor que padece sarna para brindar los mejores cuidados y apoyo posible.

