La época del año en la que nos encontramos, el otoño, trae consigo el cambio considerable de las temperaturas, haciendo un hecho común el que las personas padezcan los denominados catarros o resfriados.

El catarro o resfriado en las personas mayores se trata del cuadro agudo más común, que además puede llegar a ser sufrirlo varias veces en el año. Este hecho se produce debido a que los catarros se contraen al entrar en contacto con un virus, que no es único, por lo que podemos acatarrarnos varias veces en un año con diferentes virus y en diferentes momentos del año.

Por ello, las personas mayores deben estar alerta y tomar las precauciones necesarias para no enfermar, y en el caso de que lo hagan, llevar a cabo unos cuidados correctos para que no se complique su estado de salud y no traiga consecuencias mayores, tales como infecciones de oídos (otitis), neumonías, bronquitis…etc.

Sintomatología del catarro

Existen numerosos síntomas que pueden aparecer al estar pasando por un catarro, y su gravedad dependerá también de cada caso concreto y del estado de salud de la persona mayor que lo padezca. Además, también debemos apuntar que los síntomas no tienen por qué aparecer en el momento de la infección, de tal forma que podemos estar infectados con el virus y no aparecer los síntomas hasta unos días después.

Los síntomas más comunes de los catarros

  1. Estornudos, tos y dolor de garganta.
  2. Congestión nasal, denominada rinorrea, y abundante emisión de mocos por la nariz, que puede desembocar a un goteo de mucosidad en la garganta (goteo posnasal).
  3. Malestar generalizado (sensación de cansancio muscular), que puede verse agravado en los casos en los que aparece la fiebre, hecho menos común en los catarros comunes.
  4. Lagrimeo.

Tal y como hemos comentado anteriormente, estos síntomas en personas mayores se pueden ver agravados considerablemente si se padecen ciertas enfermedades crónicas o relacionadas con la inmunodeficiencia. Además, también puede empeorar la sintomatología el llevar a cabo una mala nutrición o unos hábitos de vida que no sean saludables, como por ejemplo el tabaquismo.

El tiempo de duración de los síntomas del catarro común en personas mayores dependerá en buena medida de la gravedad de la sintomatología, aunque lo más común es que desaparezcan una vez transcurridos entre 7 y 10 días. En los casos en los que el afectado presenta síntomas de tos, suele tardar unos días más en curar, siendo necesarios en torno a 18 días tras la aparición de los primeros síntomas.

Tratamiento y consejos para el catarro

Cuando una persona mayor está resfriada y padece los síntomas, existen diferentes consejos y pasos a seguir para calmar la sintomatología y sus efectos adversos, aunque nunca se debe llevar a cabo la automedicación, siendo necesario visitar al médico de referencia para que nos indique las pautas a seguir.

catarro

Consejos

Así pues, algunos consejos para sobrellevar de una mejor manera los síntomas que producen los catarros pueden ser:

  1. Empleo de descongestivos o suero para calmar la congestión nasal, de analgésicos, para calmar la fiebre y el malestar general, y de tratamientos para la tos.
  2. Beber muchos líquidos, un mínimo de 2 litros de agua diarios. Los zumos y las infusiones también pueden ser de ayuda para poseer una correcta hidratación.
  3. Llevar a cabo una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en vitamina C, además de abundantes verduras y sopas.
  4. Seguir unos buenos hábitos de vida, en los que se incluya un buen y abundante descanso, la no ingesta de alcohol y no fumar.
  5. Evitar sonarse la nariz con demasiad frecuencia para no sufrir una irritación e infección en las fosas nasales, y mantener las manos limpias para evitar la propagación del virus.
  6. El empleo de humidificadores o vaporizadores puede ayudar también a que el moco presente fluya con una mayor facilidad, al generar un ambiente húmedo.

Cómo intentar evitar el catarro

En muchas ocasiones es prácticamente inevitable que las personas mayores contraigan los catarros, especialmente en épocas del año como otoño e invierno en las que las temperaturas son menores, pero sí que podemos llevar a cabo una serie de medidas para intentar esquivarlos, como, por ejemplo:

  1. Llevar a cabo un correcto y constante lavado y desinfección de las manos. Esta acción ayudará a evitar una mayor propagación y transmisión del virus entre las personas cercanas.
  2. Empleo de geles hidroalcohólicos. Se trata de un elemento imprescindible, ya que desinfectan la piel y evitan que las personas se puedan contagiar al tocarse alguna zona del cuerpo tal como la nariz, ojos o boca.
  3. Cuando presentemos algún síntoma, es muy importante también el hacer uso de la mascarilla cuando estemos con otras personas, y que realicemos las acciones cotidianas como cocinar, con las manos bien limpias y desinfectadas.
  4. Ventilar las diferentes habitaciones de la casa ayuda a renovar el aire y a expulsar los virus que puedan estar presentes en el aire y en el ambiente.

Conclusiones

El resfriado o catarro es un problema muy común en la sociedad y difícil de evitar, sobre todo en las épocas de otoño e invierno. Si se presenta en las personas mayores puede derivar en más complicaciones y desembocar en problemas de salud más importantes, como pueden ser neumonías o bronquitis. Por esta razón debemos tener un mayor cuidado y tratar de evitar que nuestros seres queridos se contagien.

Llevar a cabo las recomendaciones que hemos enumerado anteriormente será de gran ayuda para intentar evitar el contagio, y en el caso de padecer los síntomas deberemos acudir al médico de referencia para que realice una valoración del estado de salud y que nos indique las pautas y pasos a seguir, así como la posible medicación a tomar.

En CEN Cuidados Integrales somos muy conscientes de la problemática que pueden provocar los catarros, por lo que todas nuestras cuidadoras extreman las precauciones con los mayores y son conocedoras de los cuidados específicos que requiere una persona mayor que se encuentra acatarrada, así como todos los sistemas para reducir las posibilidades de resultar contagiado.