Cuando una persona mayor es diagnosticada con Alzheimer, es natural que sus seres queridos busquen la mejor atención y cuidado posible. Una opción que puede brindar numerosas ventajas es la contratación de una cuidadora interna para que brinde atención personalizada en el domicilio. Este enfoque tiene beneficios significativos que pueden marcar la diferencia en la calidad de vida de la persona mayor. A continuación, exploraremos algunas de las ventajas clave de contratar a una cuidadora interna para una persona mayor con Alzheimer en su domicilio:
1. Cuidado personalizado y continuo: Una de las mayores ventajas de contar con una cuidadora interna es el cuidado personalizado y continuo que se proporciona. La cuidadora estará presente las 24 horas del día, los 7 días de la semana, brindando atención constante y adaptándose a las necesidades cambiantes de la persona con Alzheimer. Esto incluye asistencia en actividades diarias, administración de medicamentos, ayuda en la movilidad y apoyo emocional según sea necesario.
2. Entorno familiar y confortable: Permanecer en el entorno familiar puede ser extremadamente reconfortante y tranquilizador para una persona mayor con Alzheimer. El hogar está lleno de objetos familiares, recuerdos y fotografías que pueden ayudar a reducir la confusión y la ansiedad asociadas con la enfermedad. La persona con Alzheimer se sentirá más cómoda en su entorno conocido, lo que puede mejorar su bienestar general y facilitar la adaptación a los cambios ocasionados por la enfermedad.
3. Relación de continuidad y estabilidad: Al contratar a una cuidadora interna, se establece una relación de continuidad y estabilidad en el cuidado. La persona mayor con Alzheimer puede desarrollar un vínculo de confianza y familiaridad con la cuidadora, lo que contribuye a su bienestar emocional y adaptación a la enfermedad. Esta relación de cuidado a largo plazo es especialmente beneficiosa, ya que la persona con Alzheimer se enfrenta a desafíos constantes debido a los cambios cognitivos y emocionales asociados con la enfermedad.
4. Supervisión constante y seguridad: La cuidadora interna proporciona una supervisión constante para garantizar la seguridad de la persona mayor con Alzheimer. Esto es especialmente importante en casos de personas en etapas avanzadas de la enfermedad o con mayor riesgo de caídas o deterioro cognitivo. La cuidadora puede estar alerta ante cualquier situación de emergencia y prevenir situaciones de riesgo, brindando tranquilidad tanto a la persona con Alzheimer como a sus familiares.
5. Apoyo emocional y compañía: Además de las tareas físicas de cuidado, una cuidadora interna puede ofrecer apoyo emocional y compañía a la persona mayor con Alzheimer. La enfermedad puede provocar sentimientos de confusión, ansiedad y aislamiento, y tener a alguien presente que brinde apoyo, escucha activa y participación en actividades puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de la persona. La compañía de una cuidadora interna puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el bienestar emocional.
6.- Mantenimiento de la independencia: Vivir en casa puede ayudar a preservar la autonomía y la independencia de la persona con Alzheimer en la medida de lo posible. A medida que la enfermedad avanza, es posible adaptar el entorno del hogar para que sea más seguro y accesible, lo que permite a la persona participar en tareas diarias y mantener un sentido de control sobre su vida.
Nuestros cuidadores tienen experiencia y saben cómo gestionar estas situaciones. Si combinamos esto con el hecho de que al ofrecer los cuidados en el propio domicilio nos aseguramos de tener un marco de referencia para el paciente, ofreceremos el mejor cuidado posible para que nuestro ser querido tenga mayor calidad de vida durante mas tiempo. En CEN cuidamos con amor de tus seres queridos.

