Índice
Se trata de una creencia muy extendida en nuestra sociedad el hecho de pensar que la hipertensión (tensión más alta de lo normal) es un problema más grave que la hipotensión (tensión más baja de lo normal), aunque en realidad, ambos problemas son un riesgo para la persona que los padece, que suponen un riesgo real y pueden afectar de manera considerable a la salud general del afectado.
Por ello, en esta entrada vamos a conocer en qué consiste la hipotensión arterial, así como los aspectos fundamentales de la misma, con el objetivo de poder reconocerla y ampliar nuestros conocimientos sobre este problema de salud, que además se suele dar en las personas mayores que han superado la edad de 65 años, ya que con el paso del tiempo los organismos son más propensos a padecer algún problema relacionado con la tensión arterial.
Qué es la hipotensión arterial
Como ya sabemos, para que nuestro cuerpo funcione de manera correcta, los diferentes órganos deben recibir la suficiente cantidad de sangre. El sistema circulatorio es el encargado de proporcionar la sangre a los órganos a través de las diferentes arterias, venas y capilares repartidos por todo el cuerpo humano.
Pues bien, cuando el flujo de sangre (denominado como presión) que llega a los diferentes órganos a través del sistema circulatorio es inferior a los valores óptimos, podemos afirmar que la tensión arterial es baja, lo que se denomina como hipotensión.
Para hacernos una idea, los valores óptimos de tensión del cuerpo humano son 120/80 mm Hg. Así pues, todo lo que se encuentre por encima de esos valores se denominará hipertensión, y lo que esté por debajo se denominará hipotensión, debiendo resaltar que ambos problemas pueden resultar muy perjudiciales para el correcto desarrollo de la vida cotidiana, y pudiendo generar problemas de gran importancia.
Causas de la hipotensión arterial en las personas mayores
A continuación, vamos a enumerar las principales causas por las que una persona mayor puede llegar a desarrollar la hipotensión arterial, ya que esto nos puede ayudar a conocer el origen de la misma, o poder estar más alerta a una posible futura aparición de este problema.
Así pues, las principales causas de la aparición de la hipotensión en las personas mayores son las siguientes:
1.- La ingesta de determinados medicamentos puede conllevar el efecto secundario de la aparición de la hipotensión arterial. Alguna de esta medicación puede ser los analgésicos, los antidepresivos o los ansiolíticos.
2.- Que la persona mayor padezca determinados problemas crónicos como la anemia o la diabetes, también puede generar la hipotensión. A este hecho se le denomina como hipotensión arterial crónica.
3.- El hecho de estar tumbado y levantarse de golpe de manera acelerada, también puede generar una bajada en la tensión arterial. En este caso, a este hecho se le denomina hipotensión ortostática, que también es muy común.
4.- El sufrir determinados estados de ánimo, emociones o situaciones muy fuertes que pueden ser cotidianas también puede desembocar en una reducción de los niveles en la tensión. Así pues, algunas emociones que pueden generar esta bajada en la tensión son el miedo, la ansiedad, el sufrir situaciones de dolor agudo e incluso situaciones de deshidratación. Si se produce una bajada de tensión por estas razones, se denomina síncope vasovagal.
5.- El abuso de bebidas alcohólicas también puede ser una de las causas de poseer una tensión baja. Esto ocurre solamente con el alcohol, ya que curiosamente, el resto de drogas producen el efecto contrario (aumento de la presión arterial).
6.- Cuando el riego sanguíneo se ve obstaculizado por algún motivo, puede causar también una bajada brusca de la tensión. Este hecho se denomina shock hipotensivo.
Síntomas de la hipotensión arterial
A continuación, vamos a enumerar algunos de los síntomas que suele presentar una persona mayor que padece hipotensión arterial, recordando que no en todos los casos tienen por qué darse todos los síntomas ni aparecer a la vez.
Así pues, los principales síntomas que puede desarrollar una persona mayor afectada por la hipotensión arterial son los siguientes:
1.- Disminución progresiva de la vista y presencia de visión borrosa.
2.- Presencia de mareos y sensación de aturdimiento.
3.- Sensación de tener mucha sed.
4.- Posibilidad de sufrir un síncope (desmayo).
5.- Respiración acelerada y poco profunda, que puede ir acompañada de taquicardia.
Qué hacer si aparecen los síntomas de la hipotensión
En muchos casos, es posible que alguno de los síntomas anteriormente nombrados, aparezca de repente en la persona mayor, por lo que es importante que conozcamos cómo debemos actuar para intentar mitigar los síntomas y malestar del afectado, tras llamar de manera inmediata a los servicios sanitarios.
Algunas de las pautas que podemos seguir son las siguientes:
1.- Aflojar las diferentes prendas de vestir que lleve el afectado, con el objetivo de evitar que se sienta más agobiado. Además, no deberán acercarse muchas personas por el mismo motivo.
2.- Tumbar boca arriba con las piernas elevadas a unos 45º, para favorecer así la circulación del riego sanguíneo y la llegada de oxígeno a los diferentes órganos vitales. Debemos tener muy en cuenta que si el afectado presenta náuseas y mareos con posibilidad de vomitar, la posición que deberemos aplicar es la lateral, para evitar posibles atragantamientos en caso de vómito.
3.- Cuando el afectado no ha perdido totalmente la conciencia, deberemos proceder a hidratarlo. El proporcionar agua con azúcar al afectado puede ser de gran ayuda para paliar los síntomas de una manera más rápida. Si el afectado ha perdido la conciencia, no se debe administrar ningún tipo de alimento ni bebida.
Conclusión
Tal y como hemos podido comprobar, la hipotensión arterial es un problema de salud muy recurrente en las personas mayores de 65 años y que puede generar una serie de problemas de salud derivados, así como una sintomatología adversa, que debemos tener en cuenta.
Desde CEN Cuidados Integrales somos conocedores de este problema, por lo que todas nuestras cuidadoras cuentan con titulaciones regladas y formación continua para conocer así a la perfección toda la sintomatología y protocolo de actuación en caso de que una persona mayor a su cargo padezca este problema o cualquier otro.

